CONOCE AL TONTO DEL PUEBLO

 

"Hay quien dice que no va a discutir la faceta como divulgador de Antonio Martín. No sabría deciros. Llevo años leyendo cómic y sobre cómic y jamás he leído nada suyo. Ni su Historia del cómic español: 1875-1939 ni sus Apuntes para una Historia de los Tebeos. En parte porque, pese a que no discuto su interés, ambos están descatalogados.  Son TAN importantes.

Sí que soy lo bastante mayor como para haber leído a Román Gubern y Luis Gasca (cuya obra de referencia sí se pueden comprar), lo bastante agradecido como para reconocer lo que hizo por esta forma de arte Luis Alberto de Cuenca y lo bastante joven como para considerar a Álvaro Pons mi referente generacional. Pero, para mí, Antonio Martín era el editor que gritaba ROARGH en los tebeos de Cels Piñol y el señor que demandó a David Ramírez por un chiste."

El caso Antonio Martín: Carlos Boyero, Goya al Mejor Actor, por Miguel Ángel Uriondo (publicado en el sitio web: vandal.elespanol.com; 1-VI-2021).

Miguel Ángel Uriondo inmerso en su cotidiana actividad divulgadora.

 

Cofundador de Sala de Peligro, pozo de una nueva etapa para la información sobre historieta en la Spain, y en los restos de ese mundo de grava petroleada, donde actualmente aún ejerce como furriel de mesa para frutos secos y aperitivos, Miguel Ángel Uriondo fue antes primera mascota y asesor del primogénito de uno de los ejecutivos más influyentes de Telecinco. (De ahí los ojos saltones.) En este inframundo de la comunicación también habría formado parte del Gabinete de Presidencia de la ATYZA, siglas de la popular Asociación de Trabacuentas y Zancudos Anónimos, a la que según alguno de sus compañeros azafatos habría llevado a caerse de espaldas tras casi veinte minutos de esfuerzos y cotización dentro de la empresa. Durante los que Ángel Miguel se supone encontró tiempo para aficionarse a la acupuntura ventricular, la cera de china, la masturbación de crustáceos isópodos, y, sobre todo, la comunicación y la escritura. (De ahí todo lo demás.) Actividad esta última que según se cree habría cultivado por imitación gracias a las páginas de los tebeos de Vilmar Ediciones que a diario eran desplegadas dentro de los jaulones de los laboratorios Revlon donde Pedro Ponche se encontró ante su amigo Uriondo por primera vez; probablemente en época anterior a la modificación de fluidos corporales que hizo de la escritura y el pensamiento de Ángel Miguel una actividad completamente uricotélica. A esta discutible operación ecoterrorista liderada por Ponche, que se cree acabó con la muerte de otros tres híbridos de rata topo y fauno melero tan únicos como el propio Mianguel Urinario, le siguio la creación del conocido sanatorio virtual desde el que algunos pocos y escogidos escopeteros de la dilvulgación tratan de rehabilitarse ante la sociedad —¡y esperemos que a ojos de las autoridades sanitarias competentes!—, ese insalubre bajo comercial inicialmente bautizado como Sala de Peligro.

En pocos años, gracias al éxito en la tarea de limpia mercadológica encabezonada por Pedro Ponche y sus vecinos, con el amigo tonto Urinario entre los más coreados de todos ellos, un tanto casualmente ese seol del cOmic ha pasado a ser llamado simplemente la Sala del Percebe. 

"¡UN ÉXITO DE LA DIVULGACIÓN!"

(Y, seguramente, lo mejor esté por llegar...) 

 

¿Y quién es Antonio Martín?
 

Yo lo tengo claro:
 

Para los lectores de historieta que no dependemos de las tiriteras de las masas irresponsables de opinólogos ni de las crónicas chapuceras que, de manera nada espontánea pero con una eficacia perversamente desestructurante para el desarrollo de una cultura y memoria en torno al medio de la historieta, florecen bajo patrocinio de estamentos cuya única finalidad es la mera autopromoción a partir de la validación de modas y el establecimiento de jerarquías de ennoblecimiento totalmente arbitrarias, Antonio Martín es:
El historiador e investigador cuyos estudios todavía hoy constituyen la base de lo que se conoce sobre los tebeos españoles, la prensa infantil, y el desarrollo y evolución de la industria de la historieta en España. Pionero también de la prensa teórica sobre el medio a la par de un participante enérgico en los primeros movimientos a favor de los derechos de los autores. Promotor del interés por la obra de no pocos de esos profesionales de la historieta y, así mismo, una de las personas que bien en calidad de técnico editorial o bien como director de publicaciones acabaría organizando y regularizando la edición de una multitud de colecciones de tebeos y cabeceras durante diferentes períodos para las más diversas editoriales. Destacando en la medida de las posibilidades que dentro de cada una de esas empresas se le ofrecía para ello su puesta en valor de los autores nacionales tanto profesionales como iniciantes.

 "Es curioso, e importante: en muchas ocasiones tengo clarísimo que hay que defender el comic no de sus detractores sino de sus entusiastas. / Sí, me has entendido muy bien. El verdadero peligro no está en quienes condenan los tebeos. [...] Temo mucho más a los entusiastas, a los aficionados puros, a los forofos de cualquier cosa y en este caso del comic. Hoy se saben de memoria y de atrás adelante la historia completa de lo ocurrido en los 666 números de una serie USA de hace diez años. [...] Hoy se limitan a pedir de palabra o por escrito la cabeza y el trabajo de aquel que disiente de ellos [...] Pero y mañana, mañana ¿qué doctrina se sabrán, qué glorias cantarán, qué cabeza podrán tomarse? [...] Porque tengo claro que son los excesos de éstos los que más pueden contribuir a empobrecer la cultura del comic. [...] Para muestra basta seguir la historia de algunos de nuestros aficionados, coleccionistas, teóricos, críticos. Sus afirmaciones, sus escritos y los artículos que publican en fanzines y en secciones de prensa que les acojen [...] Basta con ser adultos mentales, entonces es sencillo ver el daño que éstos "entusiastas" causan." Años noventa, unos tebeos superheroicos de Forum, ¿adivinas el nombre del autor de estas palabras?

Ahora, queridos primos de Zumosol, podéis ir a vender los tebeos de vuestros amigos editores y autores si es lo que os gusta hacer. O el único servicio del que sois capaces ante esa cosa siniestra que, invariablemente, estáis presentando como lector medio para todo tipo de canales de información. Por más que en realidad aquí los únicos monstruos seáis vosotros. (Si seréis.. ¡que, además de leeros, también sé de vuestras carreras por YouTube e IVOOX! Y de cuando en cuando os escucho hasta en las radios públicas.)